Fueron tan grandes tus fuerzas por ayudar a alguien que ya no sabes que hacer, lo intentaste todo, desde frases de consuelo, hasta hacerte menos para que el otro se sintiera más... pero nada funciono, o al menos así lo sientes tu. ¿A quién quieres engañar? Te sientes mal por dentro, normalmente eres tú quien necesita la ayuda y ahora que te necesitan a ti, bueno, no sabes que hacer o que decir, te quedas callado un largo tiempo, pues muchas ideas pasan por tu cabeza, pero no dices nada porque todo quiere salir a la vez, y tu simplemente buscas decir las palabras correctas para no echarlo todo a perder.
Lo peor del caso es que entiendes por lo que el otro esta pasando, lo entiendes a la perfección, y aún así, no sabes que hacer. Sabes que si te hace a un lado no es su intención, que si te dice que no quiere hablar de eso, en realidad si quiere, pero esta buscando el modo de expresarlo, solo es cuestión de darle un minuto y en cuanto encuentre la forma, lo dirá. Simplemente trata de ser una mezcla de persona entre real y perfecta al mismo tiempo. Al igual que tu se queda callado escuchando sus pensamientos confusos, porque todos quieren salir juntos y no sabe que decir primero... ¿Frustrante no es así? Son tan iguales y aún así, tu piensas que no sabes que decir, o que ya no puedes hacer más.
Pero tratas... tratas duro, aún así sigues creyendo que no ayudas. Tu cabeza es un complicado pilar de pensamientos, lleno de miedos, antojos, y sueños, y también esta llena de nostalgia por recuerdos del pasado y de alguna manera de miedos al futuro. De alguna forma curiosa e inexplicable también eres defectuoso, eres humano, y aunque estas destrozado por dentro, sigues intentando ayudar. Eres tú, eres dos manos, eres uno y en verdad quieres ayudar, y aunque creas que no lo haces, aunque aveces te den celos inmaduros, aunque extrañes demasiado sin razón, aunque tengas defectos, aunque tengas errores, tu de verdad estas ayudando y esa persona se alegra de que estés a su lado.
Valeria
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